
Reactividad y Agresión.
Existen difrerentes causas por las que un perro puede generar este tipo de conductas. Aquí quiero explicarte los diferentes tipos de reactividad por los que un perro aprende a agredir:
Impulso de Caza, existe en este tipo de agresión no defensiva una base muy genética hereditaria, donde nuestros perros tienen un alto impulso por la persecución, de coches, motos, bicicletas, o gente haciendo footing. Nuestro perro no tiene intención de hacer daño, pero esa base instintiva tan alta produce que no pueda autogestionar las persecuciones, y así pudiendo provocar accidentes.
Impulso de Presa, otro tipo de conducta no agresiva ni defensiva pero que provoca muchos problemas, dado que nuestro perro tambien por factores muy hereditarios, tiene un alto impulso a la persecución de caza, y presa de todo tipo de animales, objetos, bloqueando la presa y dandole muerte por propio instinto natural. Estas conductas se dan en muchas razas como pitbulls, standfords, bull terriers y algunos perros con lineas de trabajo como pastores alemanes, malinois, o dobermans.
Agresión Reactiva, perros con un trato normal con sus dueños y personas y perros de su entorno, pero con una gran timidez o miedo ante extraños que lo compensan con agresión.
Perros con un historial de maltrato, mala gestión humana y muchos condicionantes es una de las más abundantes que existen. También hay aspectos fisiologicos donde hay que descartar una neurosis o efectos donde a veces el individuo no tiene un buen pronóstico y no podemo rehabilitarlo. Son casos muy extremos.
Agresión por dominancia, son perros con un alto liderazgo genes de auténticos alfas, donde se rebelan ante nuestra autoridad y si no tenemos la suficiente disciplina, energia de liderazgo, y no transmitimos las lineas muy bien definidas, estos individuos utilizan la agresión a personas desconocidas y a sus propios dueños.
La bioquimica y testosterona juegan tambien un papel muy importante en estos casos.
¿ Prevención antes de acudir a un profesional Canino?
Utiliza siempre un bozal en caso que tengamos que prevenir riesgos. Saca a tu compañero en horas donde no hayan estímulos que desencadenen estas conductas. Una hora tranquila con los mínimos desencadenantes posibles, que tenga las menos experiéncias posibles de reactividad y agresión. Hay que minimizarlas por completo, hasta acudir al especialista.
